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Ya te
vas. Sí, pero igual vengo a vivir contigo en unas semanas. No sé si vendrás. No
quiero hacerte ilusiones. Cuidate, llámame cuando llegues. Te quiero, hasta
luego. Y yo a ti, un beso.
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Ya se
ha ido. Voy a ordenar la casa. Imagino lo que me diría. Ya vuelve a estar todo
por medio, y qué manía de guardar los tickets. ¿De qué es ese ticket? Ah, la
cena de ayer. 61008.... uy. Sí que tenían el teléfono. Ahora que lo pienso, el
sabor me resultaba familiar... casi como si fuese a cenar más veces ese pollo.
Vendrás.
Vendrás.